El pasado 6 julio, y tras varios días de espera intrigante, a las 22:45 de la noche, nos dirigíamos hacía el polideportivo de Villacañas para realizar nuestra primera Ruta Cicloturista nocturna. En el pequeño trascurso hacia el punto de reunión, la inquietud rondaba nuestras mentes, ya que el número de participantes en esta aventura hasta el momento era incierto y no imaginábamos la gran noche que nos esperaba.
Al llegar, el grupo era bastante minoritario debido a la gran puntualidad que tuvimos, pero según avanzaban los minutos y se iba acercando la hora de salida, el grupo iba creciendo hasta alcanzar los 32 participantes.
A continuación se pueden ver unas fotos para que quede constancia de ello. Aunque primero he de agradecer al Blog de "Así somos todos" por la realización de todas las fotos que se expondrán en esta entrada ( Muchas gracias y buen trabajo ).
Foto de grupo en la puerta del Polideportivo municipal.
Poco a poco la jornada iba adquiriendo un ambiente de ocio y disfrute,
A pocos segundos de la salida, haciendo los últimos ajustes a las Bicis y las luces.
Tras unos minutos de espera, decidimos emprender la aventura. Desde el punto de encuentro, cruzamos el parque de la Sobana, para sorpresa de la gente que se encontraba en el. Y tras pasar las diferentes vallas que cortaban el tráfico a este, estos 32 espartanos emprendíamos el viaje.
Tras cruzar los primeros 3 km del camino de arriba hacia la localidad de Romeral, se empezaba a sentir un ambiente especial, donde con solo las luces montadas en las bicicletas, podíamos observar las estrellas como si de un ejercito se tratara y eramos testigos privilegiados del descanso de la naturaleza en todo su esplendor.
Como se pueden ver en las siguientes fotos, el camino hacia nuestro primer emplazamiento sirvió como primer punto de contacto para lo que posteriormente viviríamos.
Mirando hacia atrás al grupo la vista era realmente impresionante debido a la cantidad de luces insonoras que se veían acercándose a ritmo de bromas y conversaciones.
Al llegar a Romeral, como si de unos héroes se tratara, eramos recibidos con las ovaciones y el aplauso de las gentes que íbamos encontrando a nuestro paso.
Ánimos que poco a poco se absorbían por el grupo para emprender la subida al molino que se encuentra en lo más alto de esta localidad.
Una vez arriba, paramos unos breves minutos para observar por unos instantes la vista panorámica de la Mancha, sumergida en la oscuridad absoluta y a su vez tomar fuerzas para continuar con nuestra hazaña.
Tomando fuerzas al lado del Molino.
Tras esta breve pausa, nos dirigimos camino a la localidad de Tembleque. Ilustre por su gran plaza castellana y por sus gentes.
En el transcurso del viaje, el "Peque" ( Agarrando el molino en la foto anterior ), como un gran profesional de la fotografía que es, nos fue tirando una foto a todos y cada uno de los participantes. ¡¡Gracias artista!!
Animo Félix que ya queda poco.
Leo, saludando a la cámara.
Sin duda, el invento ingenieril de las luces en el casco, tubo un gran éxito.
Jose Miguel, Gracias por avisarnos para realizar esta ruta todos juntos.
Cuando llegamos a Tembleque, tras fastidiarle la noche a la parejita de enamorados que encontramos en el camino justo antes de tomar asfalto. Nos dirigimos a la plaza de la localidad para tomar fuerzas entre risas, bromas y cervezas.
Foto de grupo en la puerta de entrada a la plaza.
Todos haciendo la ola a la 1:30 de la madrugada...
Jesús, ¡¡ Saluda a la cámara !!
Tras saldar nuestras deudas con los señores camareros, ponemos rumbo hacia la localidad de Turleque. Una vez pasado el mal rato de las primeras pedaladas con la tripa llena, con las pilas cargadas, volvemos a disfrutar de una noche esplendida.
A mitad de camino entre el cruce del camino de Turleque y Tembleque, decidimos apagar todas las luces y continuar la ruta a ciegas. Tras unos segundos de ajuste ocular, observamos que se tiene una visibilidad perfecta debido a la luna llena que lucía en lo más alto del cielo. Con lo que, sin más luces que la luna, continuamos nuestra marcha sigilosa entorno a esta noche estrellada.
Una vez en el cruce de Turleque, los participantes que van en cabeza se detuvieron para reagruparnos y continuar así el camino hacia Villacañas.
Todo el grupo reagrupado en medio de la oscuridad.
Tras esto, con una sensación extraña, por la terminación de esta aventura, emprendemos la vuelta a casa.
Una vez reparado el único pinchazo sufrido a lo largo de toda la campaña. ¡¡ Vamos chicos que somos un equipo !!. Continuamos con los últimos kilómetros hasta divisar el parque de los bomberos y adentrarnos en la localidad que unas pocas horas antes fue nuestro punto de partida.
Poco a poco, íbamos llegando cada uno de los 32 espartanos que emprendimos esta aventura, con la sensación de haber vivido una gran noche de deporte, compañerismo, turismo y ocio. Tras esto, se emprendían numerosas conversaciones de anécdotas ocurridas a lo largo de la noche. Y se planeaba continuar con estas rodeados de unas buenas cervezas que tanto nos habíamos merecido.
Para finalizar este post, me gustaría agradecer a los miembros de "De pedales y Caminos" y de "Asi somos todos" por organizar esta gran velada y hacer de las ideas una realidad. Además, desde aquí animo al club "Criptana Vertical" a participar en la siguiente ruta nocturna.
Muchas gracias y nos vemos en la siguiente luna llena.
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